Portada » Voces » Marine Sanclemente: «Cuando eres curioso, el periodismo de viaje teda la mayor libertad»
Voces

Marine Sanclemente: «Cuando eres curioso, el periodismo de viaje teda la mayor libertad»

Por: Camille Rauel, alumna del Máster en Periodismo de Viajes 2023.

Más que trotamundos, Marine es sobre todo curiosa. Escritora y periodista francesa, le encanta aventurarse en territorios desconocidos, reinventarse y aprender. Este equilibrio, ella lo encuentro en los reportajes, haciendo un periodismo de viaje que le gusta: diversificado y libre.

¿Cuál fue el factor desencadenante de tu vocación por el periodismo?

Desde el colegio sabía que quería ser periodista. Bueno, lo que imaginaba de la profesión, obviamente no era lo que es. Hice mi práctica de fin de colegio en Bolloré Intermédia, y fue entonces cuando mi interés por el periodismo se concretizó. Pasaba 2 días en la prensa, 2 en la publicidad, 2 en la televisión, e iba a conferencias de redacción. Sabía exactamente lo que hacía un periodista durante el día y eso confirmó mi deseo.

¿Tras graduarte a los 18 años, decidiste pasar un año en Estambul, por qué?

Cuando empecé la escuela tenía 16 años, así que me gradué a los 18. No quería trabajar enseguida, y me fui a Estambul a hacer un año de carrera. Pero cuando llegué, me dijeron que ya no había profesores ni periodistas, porque estaban todos en la cárcel. Así que opté por hacer una licenciatura en geopolítica de Oriente Medio para completar mi formación en política.

Al final te unes al equipo de Nacional Geographic y empiezas los reportajes de viaje.

¡Exactamente! De vuelta a Francia, Nacional Geographic acababa de lanzar su programa de viajes, Traveller. Me acuerdo que el editorial del redactor jefe me había interpelado mucho. Describía cómo era para él el viajero moderno. Así que me arriesgué y le envié un correo explicándole por qué me pareció maravilloso su editorial y por qué quería trabajar con él. Me sometieron a las pruebas y me aceptaron. Hice una práctica de 3 meses y después me ofrecieron un contrato para quedarme. Tuve la extraordinaria suerte de que el redactor jefe creyera en mí. Me presentó a su red de contactos y me dio mucha libertad, lo que me permitió escribir como freelance para otros medios.

«Creo que cuando te diviertes, eres bueno en lo que haces. Así que si empiezas a aburrirte, ¡cambia! En el periodismo puedes hacer de todo. Es la ventaja de esta profesión, evoluciona contigo»

Autora de L’année des deux dames, ¿qué te aporto la escritura de este libro?

¡Un equilibrio! Para mí, el periodismo y la escritura son complementarios. Es importante hacer ambas cosas, porque una alimenta a la otra. Escribir un libro me permitió dar un enfoque mucho más literario a mis reportajes.

Libro L’Année des deux dames

Hoy eres redactora en la sección de viajes del Figaro, y casi siempre estas sobre el terreno. ¿Cómo preparas un buen reportaje?

Depende del tiempo que tengo para prepararlo. Pero siempre empiezo leyendo mucho sobre el destino, tanto en Internet como en los libros. Luego, la investigación implica mucho la red de contactos. Con todos mis viajes, empiezo a conocer a mucha gente, así que pido consejo, almuerzo con gente del lugar para conocer los destinos más secretos y las mejores direcciones. Por último, tengo que buscar financiación, esa es la parte regateadora. Además, a veces pueden ser frustrantes los reportajes, sobre todo cuando te gusta conocer a la gente y tomar tu tiempo. Pero encuentro ese equilibrio viajando por la escritura, donde no preparas nada. Te pones en marcha, casi sin contacto, y te dejas llevar con ingenuidad.

¿Ha sido difícil el cambio entre escritura periodística y escritura narrativa?

¡Sí! Al principio me equivoqué, escribía la historia como un artículo. Me aferraba a la verdad pura y dura. Es decir que cuando alguien me decía una cita, tenía que reescribirla de la misma manera. ¡Pero cuando escribes un libro, es mucho más libre! Si tienes que intercambiar dos detalles para el bien de la historia, lo haces.

¿Durante tus viajes, siempre consigues compartir la cultura con los locales?

Es una buena pregunta. Siempre, no. Por ejemplo, acabo de volver de México, y fue muy complicado porque fue un reportaje que trataba principalmente de hoteles, así que obviamente conoces a los locales, pero no estableces ninguna conexión. De hecho, lo difícil es que estás solamente de paso. Así que los encuentros son muy efímeros.

¿Tu agenda te deja espacio para las sorpresas?

Durante el día, solemos empezar a las 4:00 porque necesitamos estar una hora antes de que salga el sol, ya que a menudo vamos a lugares lejos de donde dormimos. Así que nuestro día empieza sobre las 4:00 de la mañana, después continuamos con una serie de reuniones, entrevistas y visitas. Siempre intento dejarme un medio día libre para encuentros inesperados y sorpresas. Pero incluso los momentos espontáneos están planificados.

¿Puede ser compatible un trabajo en los viajes con la ecología?

Es difícil, por supuesto. Obviamente se están poniendo en marcha algunas medidas. Por ejemplo, lo que ahora intentamos hacer cuando tenemos un vuelo de larga distancia es aprovechar el viaje para hacer varios reportajes al mismo tiempo, que luego difundimos en distintos momentos del año. En cuanto a la ética de los establecimientos, trabajo en el sector del lujo, así que inevitablemente se trata de hoteles adelantados a su tiempo. Tienen los recursos para la clasificación de los residuos y para ser cuidadosos, mientras que para un albergue juvenil es más complicado. En cualquier caso, la huella de carbono sigue siendo dramática.

¿Cuál es el destino que nunca te deja indiferente?

La ciudad que robo mi corazón es Estambul. Es mi lugar favorito en el mundo. Pero si tuviera que elegir un país, diría Irán. Es el país más impresionante en el que he estado. La cultura persa es infinitamente rica. Arquitectónicamente, es excepcional. Fui allí haciendo Couchsurfing, es decir que dormía en casa de la gente, y creo que es la mejor manera para descubrir este país sin perderse su gente y su cultura.

Por último, ¿cómo definirías el periodismo de viaje?

Bueno, en realidad, para mí no se puede hablar de periodismo de viaje como tal. Ante todo somos periodistas, reporteros. Salimos al terreno y en cada nuevo terreno, ya sea un destino, un país o una región, creamos un relato, contamos una historia. La diferencia con un reportero de noticias, por ejemplo, es que intentamos contar una buena historia, es decir que no buscamos lo que está mal. Estamos ahí para hacer que la gente quiera descubrir el mundo. Y si tienes curiosidad, el periodismo de viaje es un área de juego. Cuando está bien hecho, se puede cubrir temas de sociedad, de población, de arqueología o de arte, es la mayor libertad.